Planta baja, meticulosamente reformada para entrar a vivir, representa la perfecta fusión de diseño, funcionalidad y ubicación. Originalmente un local, la propiedad ha sido transformada con un enfoque innovador en el diseño de espacios. Su cédula de habitabilidad avala un dormitorio, aunque ofrece la flexibilidad de dos estancias adicionales con posibilidades múltiples: despacho, vestidor o incluso un dormitorio adicional para visitas.
En el plano catastral, los 82 metros cuadrados se distribuyen de manera ingeniosa: 62 m² para la vivienda, 15 m² que aluden a las estancias reconvertidas y 5 m² dedicados a una acogedora terraza. Cada centímetro de la propiedad se ha pensado para maximizar la percepción de espacio y fluidez.
Las reformas incluyen paredes lisas, moderna instalación eléctrica con ojos de buey y puntos de luz estratégicamente situados. Un acabado de piedra natural enriquece las paredes, mientras que elementos como puerta blindada, parquet de madera agreste y puertas correderas lacadas en blanco añaden tanto seguridad como estilo. En cuanto a la cocina, destaca el armario despensero empotrado y electrodomésticos integrados como horno y microondas, diseñados para la máxima eficiencia.
El núcleo de la vivienda es el pasillo distribuidor, que da acceso a las estancias principales. La habitación de matrimonio goza de prioridad en la distribución, seguida de las dos estancias multifuncionales. El salón comedor y la cocina integrada crean un ambiente abierto y luminoso, que se extiende hacia la terraza de 5 m² y el lavadero. No podemos obviar el cuarto de baño, un espacio que rebosa de confort, con ducha panelada en cristal y cerámica porcelánica en paredes y suelo.
La vivienda es especialmente idónea para parejas sin hijos, personas mayores que deseen vivir cerca del centro urbano o solteros que buscan un hogar adaptado a un estilo de vida moderno.
En términos de ubicación, nos encontramos a medio camino entre el Mercadona y la Av. Catalunya, con todo tipo de servicios en la puerta de casa: colegios, guarderías, centros de salud, mercados, transporte público y tiendas de todo tipo. Además, las conexiones con Barcelona y otras áreas son excelentes, gracias a su cercanía a arterias importantes como la A58, la B30 y la A7. La ciudad de Sant Cugat está a solo 5 kilómetros de distancia, sumando un valor adicional a esta singular propiedad.