Este inmueble representa una oportunidad única para aquellos que buscan una vivienda en el corazón de Cerdanyola, específicamente en el tradicional barrio de Sant Ramon. Con una superficie construida de 76 metros cuadrados y una superficie útil de 68 metros, este piso ha sido inteligentemente diseñado para maximizar el espacio, resultando en una distribución eficiente que minimiza la pérdida de metros útiles.
La propiedad cuenta con tres habitaciones, dos de ellas dobles, con la habitación de matrimonio siendo exterior y ofreciendo una iluminación y ventilación óptimas. La tercera habitación, de tamaño individual, incorpora un armario empotrado, lo que representa una solución de almacenamiento integrada y estéticamente agradable. El baño de la vivienda ha sido recientemente reformado y está equipado con un moderno plato de ducha, combinando funcionalidad y diseño contemporáneo.
El corazón de la casa es el comedor sala de estar, de unos 16 metros cuadrados, con una forma rectangular que permite una disposición flexible del mobiliario. Dos ventanales proporcionan luz natural y vistas al exterior, creando un ambiente acogedor y relajante. La cocina, práctica y funcional, dispone de mobiliario a una sola pared y una zona de office, perfecta para comidas informales o como espacio adicional de trabajo. La terraza interior de 7 metros, accesible desde la cocina, cumple con la función de lavadero y despensa, ofreciendo un espacio adicional muy valioso para la organización del hogar.
La vivienda se beneficia de su ubicación estratégica en el centro de Cerdanyola, un enclave privilegiado junto a puntos de referencia como la iglesia y el ayuntamiento, lo que le confiere un valor especial tanto por su contexto histórico como por su accesibilidad. Los residentes disfrutarán de la comodidad de tener todos los servicios esenciales a pocos minutos, incluyendo la Universidad Autónoma, supermercados, colegios, farmacias y centros de atención primaria.
El área residencial está además rodeada por el exuberante Parque Natural de Collserola, ofreciendo una escapada natural y espacios para actividades al aire libre a poca distancia. La conectividad no es un problema gracias al fácil acceso a importantes vías como la carretera A58, la B30 y la A7, así como la proximidad a varias opciones de transporte público, incluyendo autobuses urbanos e interurbanos hacia Barcelona y tres estaciones de tren.
Este piso no solo es una vivienda, sino una puerta a una vida llena de comodidades, naturaleza y cultura en una de las zonas más codiciadas de la ciudad. A solo 5 kilómetros de Sant Cugat, este hogar es perfecto para aquellos que buscan la tranquilidad de un barrio con carácter sin renunciar a las ventajas de la ciudad.