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Masia del S. XIII con 700m construidos y casa del Masover reformada de 160m

Ref: 1652
Chalet Independiente
860 m2 construidos.
700 m2 útiles.
1.608 m2 de parcela.
Entrar a vivir
Venta: 2.000.000 €
Habitaciones. . . . 15
Baños. . . . 7
Trastero. . . .
Garaje. . . .
Zonas verdes. . . .
Calefacción: Bomba de calor
Piscina privada. . . .
Amueblado. . . .
Cocina amueblada. . . .
Calf. Energ: Pendiente certificar

Masía del siglo XIII en Rubí, a 800 m de las estaciones de tren, con más de 700 m² residenciales y casa del masover reformada con jardín, piscina y un amplio salón-comedor con cocina integrada. Una finca con historia, privacidad y múltiples posibilidades de proyecto.

Descripción

En pleno núcleo urbano de Rubí, en el barrio de Ca n’Alzamora, se encuentra esta masía documentada desde el año 1299, ejemplo notable de arquitectura rural catalana con origen medieval gótico y evolución plenamente conservada. El conjunto se alza a media ladera, rodeado de vegetación consolidada y jardín, con acceso rodado y todos los servicios urbanos.


La ubicación, dentro de una zona residencial tranquila y bien comunicada, ofrece una combinación difícil de igualar entre historia, privacidad y accesibilidad. La finca se encuentra a tan solo 1 km de la autopista AP-7, a 1,8 km del Hospital General de Catalunya y a 2 km del centro de Sant Cugat. La estación de Renfe y la de Ferrocarrils de la Generalitat se sitúan a 800 metros, y el centro de Barcelona está a apenas 20 kilómetros de distancia.


La finca está formada por dos edificaciones adosadas: la masía original, de gran formato, y la antigua casa del masover, actualmente reformada y en uso como vivienda independiente. La parcela cuenta con una superficie construida de 1.608 m², de los cuales 700 m² se destinan a uso residencial.


La masía mantiene su planta rectangular original, con dos niveles de gran altura (4,5 m cada uno). En la planta baja, de 399 m², se articula una sala central de más de 100 m² que distribuye varias estancias, comedor, cocina y un acceso directo a los antiguos lagares de piedra, aún visibles y reutilizados como espacio de almacenaje. La planta superior, de 285 m², replica la misma estructura con una nueva sala central desde la que se accede a cinco dormitorios amplios, con pavimentos hidráulicos originales, techos con vigas vistas y una ambientación que conserva intacto el carácter de la vivienda.


Anexa a la masía se encuentra la casa del masover, rehabilitada con criterios actuales y pensada para uso familiar. La vivienda se distribuye en dos plantas, con cuatro dormitorios dobles, dos baños completos y un espacio abierto de más de 60 m² que combina salón, comedor y cocina con salida directa al exterior. En la parte posterior, el jardín cuenta con piscina, vegetación madura y privacidad, lo que permite disfrutar del espacio con total independencia respecto a la masía principal.


Elementos como la fachada sobria con blasón esculpido, las ventanas con festejadors o las antiguas conducciones monolíticas para el vino, conviven con estancias amplias, techos altos y una atmósfera serena que permite imaginar múltiples formas de habitar este lugar. Todo ello en un entorno residencial consolidado, bien comunicado y con posibilidades reales tanto de uso familiar como de proyecto singular con identidad propia.


Más allá de su uso actual, esta finca resulta especialmente atractiva para quienes buscan un espacio con historia sobre el que desarrollar un proyecto personalizado: ya sea como residencia principal, segunda vivienda con carácter, espacio artístico, centro de creación o propuesta de alojamiento turístico como casa rural o pequeño hotel con alma. Su versatilidad arquitectónica, la ubicación estratégica y el valor emocional de su arquitectura hacen de esta masía un punto de partida excepcional para ideas con visión de largo recorrido.


A lo largo de más de siete siglos, esta masía ha sido testigo del paso de generaciones, cambios de nombre y transformaciones territoriales. Conocida inicialmente como Mas Mestres, más adelante como Mas Argilagués, Mas Derrocada y, desde hace generaciones, Ca n’Alzamora, fue integrando masos vecinos como Malví y Martina. Su historia se vincula a la evolución agrícola de Rubí y también a sus primeros pasos industriales: en sus tierras se construyó en 1833 una de las primeras fábricas textiles de la zona, y en el interior del edificio funcionó hasta el siglo XX un ingenio hidráulico para extraer agua con un sistema similar al tornillo de Arquímedes. La casa conserva detalles que evocan ese pasado, desde los lagares revestidos y en uso, hasta el mobiliario original, las herramientas agrícolas y las huellas arquitectónicas de quienes la habitaron con continuidad. Más allá de su valor constructivo, la masía conserva intacta una narrativa que entrelaza paisaje, memoria y cultura.